viernes, 24 de junio de 2016

Día 18 (18/11/2013) - De Ahmedabad a Anantapur

Hoy va a ser un día de tránsito. Salimos del hotel rumbo al aeropuerto de Ahmedabad para tomar un vuelo que nos llevará hasta Bangalore. Aunque viendo lo que pone en las pantallas del aeropuerto no nos queda nada claro nuestro siguiente destino...


Nos marean con la puerta de embarque una y otra vez y eso que, ¡el aeropuerto solo tiene cuatro puertas y están una al lado de la otra! Además tenemos que soportar un retraso en el vuelo, pero por fin caminamos por la pista y nos sentamos en el avión que nos llevará en un corto vuelo hasta Bangalore.



Llegamos a Bangalore y en el aeropuerto nos está esperando el coche que nos llevará hasta nuestro próximo destino, que no es otro que la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur. 

Para Naiara va a ser la segunda vez, ya que pudo visitarla en su viaje anterior por India e incluso tuvo la gran suerte y el privilegio de conocer en persona al gran Vicente Ferrer. Esta vez, Vicente no se encuentra entre nosotros, pero estamos seguros que Naiara volverá a revivir aquellas experiencias. Para Roberto va a ser la primera vez, y aunque es bastante escéptico en general, esperamos que esta experiencia le sirva de algo.

Tras hacer un largo y agotador viaje en coche (llevamos todo el día en movimiento), llegamos a Anantapur y vamos directamente a la fundación, aquí más conocida como Rural Development Trust (RDT). Nos estaban esperando, por lo que nos llevan a nuestra estancia y nos relajamos.  



Ha sido un viaje muy largo hasta llegar aquí y no damos para mucho más. Los últimos días de nuestro viaje por la India los pasaremos aquí, por lo que Roberto se muere de ganas de empezar a conocer la labor que realiza la fundación, y Naiara de conocer a Jayaprakash, el niño que apadrinó hace ya unos años. A partir de mañana lo sabréis, ondoloin...

domingo, 29 de mayo de 2016

Día 17 (17/11/2013) - Ahmedabad

Hoy va a ser nuestro último día en Anand y lo vamos a aprovechar a tope. Para empezar bien la mañana, Roberto y Pragnesh se ponen manos a la obra para preparar un rico desayuno que nos comeremos entre toda la familia.


Tras llenar el estomago, nos acercamos al mercado del pueblo a hacer unas compras, tales como especies que llenarán nuestra comida de aromas y sabores maravillosos. Pero no nos podíamos ir sin regalarles nada a los niños, y sin duda lo que mas éxito tuvo fueron los bolos, de los que todos disfrutamos incluso más que los niños.


Para mas inri, ese día había una fiesta en el barrio, con lo que la calle estaba elegantemente preparada para la ocasión. Nos reunimos todos para disfrutar de la velada y como no podía ser de otra forma, la comida que sirvieron para todos los que estábamos participando de la fiesta estaba riquísima.



Otra foto que quedara para el recuerdo.


A continuación, llega el momento más triste del viaje. Toca despedirse de toda la familia, y no tenemos más que palabras de agradecimiento para cada uno de ellos. Nos hemos sentido seguros y queridos, incluso mimados, y eso, por muchas palabras que utilicemos, nunca se lo podremos agradecer del todo. A Naiara le entra una llorera de escándalo, para ella ha sido muy hermoso poder reencontrarse con una amiga que dejó muy lejos, y los dos nos quedamos con lo bonito de la experiencia.

Nos recogen y ponemos rumbo a Ahmedabad, donde haremos noche para mañana por la mañana coger un avión que nos llevara hasta nuestro próximo destino. El viaje es algo largo, pero llegamos de día y antes de encerrarnos en el hotel, decidimos ir a visitar el Gandhi Ashram.


En este lugar de meditación y enseñanza, Gandhi vivió como el siempre defendía, de la forma más austera posible. Este lugar fue su cuartel general durante la independencia de la India del imperio inglés. Hoy en día es un museo que rememora su vida.

Pudimos apreciar a un señor trabajando en una rueca, de la misma forma que lo hacía él y como en muchos lugares de la India se continúa haciendo. También se puede apreciar el lugar de descanso de Gandhi, donde como se ve, prácticamente no hay nada, ya que apenas disponía de pertenencias. Por último, una imagen que da qué pensar, "no hablo, no veo, no escucho".




Tras visitar el lugar donde vivió uno de los personajes más importantes del país, nos retiramos al hotel a descansar. Mañana por la mañana tenemos un vuelo muy temprano que nos llevara hasta Bangalore...

domingo, 8 de mayo de 2016

Día 16 (16/11/2013) - Día casero en Anand

Hoy hay poco o nada que contar. Después de haber visitado prácticamente a toda la familia de los alrededores, hoy toca descansar y quedarnos en casa sin hacer nada. 

Charlamos cariñosamente con la abuela del Pragnesh, el marido de Kokila, que está encantada de tenernos en su casa. ¡Qué bellas lecciones de la vida da la gente de su edad!


El día transcurre plácidamente hasta que salimos a caminar por los alrededores de la casa y al pasar por el cine vemos que van a proyectar Ram-leela, la gran superproducción de Bollywood del momento, que es una adaptación india de Romeo y Julieta. Decidimos que es una buena idea invitarles a todos a ver la película, cosa que en España nos saldría por un ojo de la cara... La idea les ilusiona a todos, sobre todo a los niños!


Las expectativas eran altas, pero la película no ha defraudado a nadie, incluso nos ha encantado a nosotros. Nos retiramos todos a casa, mañana será nuestro último día por estos lares...

viernes, 6 de mayo de 2016

Día 15 (15/11/2013) - Templos y más familia

El día comienza jugando tranquilamente en la entrada de la casa y por mucho que lo intentemos, estos niños son unos genios y no conseguimos ganar ninguna partida (alguna que otra trampa de por medio...).


Hoy, Kokila y familia han pensado que podemos ir a visitar unos templos que se encuentran por los alrededores. No sabemos ni a donde nos han llevado, pero el lugar está lleno de lugareños y parece que hay algún tipo de celebración que no nos especifican. Y la verdad, ¿qué más da? ¡La compañía y el ambiente son más que suficiente para pasar un buen rato!



Lo más curioso es que las mujeres no pueden acceder a ciertas zonas del complejo, con lo que Pragnesh y Roberto entran para admirar más de cerca el lugar. Una vez dentro, un indio que reside en Estados Unidos, al ver a un blanquito allí, se dispone a enseñarnos todo el lugar y explicarnos la historia del recinto, que está lleno de pinturas y grabados.
Mientras tanto, Naiara, Kokila y Pinku esperan fuera que acabe nuestra visita guiada.



Desde allí ponemos rumbo a casa de la la familia de Pragnesh, donde comeremos con toda la familia. La comida que nos sirven esta buenísima, pero lo que realmente nos dejó admirados, fue como el tío de Pragnesh se sentó a nuestro lado mientras comíamos, y no nos dejaba de preguntar si estaba bueno o no. Sólo al ver que no parábamos de comer, se levantó con una sonrisa que le iluminaba toda la cara y se fue orgulloso de ver cómo dos extranjeros comían con gusto en su casa, un peculiar honor que compartimos con toneladas de agradecimiento a nuestros anfitriones.

India y su gente brilla con luz propia y nos enseña cosas que ya hemos olvidado por estos lares, como su ilimitada generosidad y su fino sentido de la hospitalidad. La estampa familiar quedará para el recuerdo.



Se va haciendo tarde y ponemos rumbo a casa, a Anand, pero para que el día sea completo, antes de llegar paramos en otro templo, pero a diferencia del de la mañana este esa casi vacío, con lo que podemos pasear tranquilamente disfrutando de sus diferentes estancias.

Resulta curioso no tener ni idea de donde hemos estado aunque a decir verdad, tampoco nos ha importado mucho ya que lo importante ha sido la compañía que hemos tenido.




Nos va quedando muy poco por Anand, qué pena...

domingo, 3 de abril de 2016

Día 14 (14/11/2013) - Día familiar

Nos despertamos como en casa, ya que nos sentimos en casa. Duermes mucho mejor en un lugar de confianza y donde te sientes seguro que en el mejor hotel del mundo.

Tras desayunar todos juntos, tomamos un rickshaw por primera vez en nuestro periplo por India y disfrutamos de un viaje agradable hasta la casa donde estuvo viviendo Naiara hace unos cuantos años con Kokila y compañía. Los dueños actuales no dudan en mostrarnos la casa y tomarse una foto para el recuerdo con nosotros, cuánta hospitalidad nos ofrece la gente corriente.



Caminamos unos cuantos metros y vamos a visitar a la hermana de Kokila y a sus hijos. Todos se alegran de volver a ver a Naiara y nos reciben con los brazos abiertos. Los recuerdos se agolpan en la cabeza de Naiara... ¡cuántas experiencias y momentos vividos!


Tras volver a casa para juntarnos con Kokila, Pragnesh y Pinku, ponemos rumbo hacia la casa familiar de Kokila. Allí nos encontramos el resto de los miembros de la familia, que ya había conocido Naiara en su anterior visita. Comemos, pasamos el rato paseando por los alrededores, jugamos con todos los niños que hay por la zona...




Antes de irnos, visitamos el lugar donde se encuentra enterrado el padre de Kokila, una plantación de tabaco cercana a la vivienda familiar. En ese lugar la familia se junta y nos deja una estampa preciosa para el recuerdo.


Se nos ha hecho de noche y todo el mundo nos acompaña a la estación de tren. Tras esperar un buen rato, nos despedimos de todos ellos hasta la siguiente y nos subimos al tren, que para nuestra sorpresa, esta prácticamente vacío. El viaje resulta tranquilo y vamos charlando con el revisor que tiene curiosidad por saber quién son esos blanquitos y qué hacemos ahí.



Llegamos a la estación de Anand ya de noche y aunque parezca mentira, está llena de gente que se va a montar al tren.


Pensando que iríamos a casa a cenar todos juntos, nos llevamos un chasco cuando nos invitan a ir a cenar a casa de la hermana de Kokila, y ellos no van a venir. Un poco desilusionados, vamos a cenar y tras ello nos llevan a "nuestra" casa a dormir. Ha sido un día muy especial rodeado de nuestra familia india. Ondoloin...

lunes, 15 de febrero de 2016

Día 13 (13/11/2013) - Reencuentro con Kokila

Hoy va a ser un día muy especial para Naiara. Lo primero que hacemos es lo habitual, desayunar y montarnos en el coche, pero hoy será diferente, porque vamos a dejar atrás la India turística para adentrarnos en la India que prácticamente ningún turista conoce.

Nos espera un largo y desconocido viaje, ya que Negi nunca ha estado por estos lares. Ponemos rumbo a Anand, una pequeña ciudad del estado de Gurajat. Vamos a visitar a nuestra familia India, en la que hace unos siete años Naiara vivió con Kokila durante tres meses. La relación que se formó durante ese tiempo fue fuerte y estrecha, por lo que decidimos que no podíamos dejar de visitarles en este viaje (y aunque aún no lo sabemos, tampoco en los que vendrán). 

Tras un viaje donde incluso nos perdemos, llegamos a Anand y no podemos tener un mejor recibimiento. Kokila nos esta esperando en la estación del tren con su hijo Pinku y el reencuentro es emocionante para ambas, ya que tras la despedida años atrás, no pensaban que se volverían a ver... pero por suerte no ha sido así y después de mucho tiempo, estamos juntas otra vez.   


A partir de ahora, no veremos grandes monumentos y aprenderemos poco de la historia de este majestuoso país, pero nos adentraremos de lleno en una cultura muy diferente a la nuestra y Naiara ayudará a que Roberto descubra otra forma de vida, provocando la vuelta a un cierto origen en ella y que él comience a cuestionarse cosas.

Para empezar bien, lo primero que hacemos es dar una vuelta en moto por la ciudad con el marido y cuñado de Kokila (a quienes es la primera vez que vemos) y como ya habréis podido ver, las medidas de seguridad brillan por su ausencia.


De vuelta a casa, no hay nada como sentarse a jugar con los niños del barrio, todos dentro de casa de Kokila. La barrera del idioma no existe, con gestos, sonrisas y más de una trampa, nos incluyen en sus juegos como si fuéramos amigos de toda la vida.


Cenamos todos juntos sentados en el suelo, como bien recuerda Naiara, mientras compartimos historias de nuestro viaje y nos ponemos al día de las cosas que nos han pasado en estos años. A la hora de dormir, nos ceden su cama (aunque insistimos en que no es necesario) y ellos duermen en las habituales y finas colchonetas en el suelo. Al meterse en la cama, Naiara resume el día de hoy: "vuelvo a estar en casa". Ondoloin.