jueves, 22 de junio de 2017

Día 11 (22/04/2017) - Conclusiones Malta y llegada a casa

Hoy toca despedirnos de Malta y como el vuelo de vuelta es a las 12:30 y seguimos en la isla de Gozo, nos toca madrugar un poco. Desayunamos recogemos todo y el dueño del apartamento viene a despedirnos (y a ver si hemos dejado todo bien, claro). El niño sigue dormido, así que nos lo llevamos en sumo silencio... 

Atravesamos la isla de Gozo hasta llegar al ferry que nos llevará a Malta y para nuestra sorpresa, nos sale por unos 25€ ida y vuelta con coche incluido, muy barato ¿verdad?


Para entonces el bello durmiente ya se ha despertado y disfruta de las vistas del mar. Decimos adiós a Gozo con un sabor de boca dulce, volveremos. Han sido unos días de descanso, de placer, de calma. 



Al llegar a Malta, también tenemos que atravesarla y a pesar de que el TomTom nos lleva por caminos de cabras (hay quien maldice casi durante todo el camino), las vistas son incomparables. Llegamos al aeropuerto sobrados de tiempo, dejamos el coche en el parking que nos indicaron y las llaves en una consigna del mismo aeropuerto. 

Compramos patizzis de guisantes, espinacas y ricotta en la cantina de los trabajadores del aeropuerto (una trabajadora nos acompaña hasta allí como si fuera un lugar secreto, y es que los precios son "normales") y decidimos llevarlos a casa para que la familia los pruebe. 

Se termina nuestra estancia en Malta y no podemos decir sino que ha sido un gran placer. Hemos aprendido de historia, geografía y geología, hemos caminado muuuchos kilómetros por sus costas y montañas, hemos probado exquisitos manjares y también sencillos (y suculentos) pastizzis, hemos navegado por mares y cavernas y recibido ayuda de sus gentes, siempre dispuestas. ¿Qué más se puede pedir? Estar acompañados de un pequeño cachito de cielo, un aventurero amateur que ha dado forma al viaje, que ha probado sabores nuevos y conocido lugares muy viejos, sin rechistar. ¿Será que hay nuevo enamorado de los viajes en la familia?



Esto es lo que nos hemos gastado en Malta en los 10 días:

- Transporte (incluyendo vuelos, alquiler del coche...): 739.95€

- Alojamiento: 274.2€

- Comida: 396.5€

- Entradas: 131€

- Compras: 113.25€

En total, 1710.34€ muy bien vividos. Nos vemos en el próximo viaje, Ondoloin!


miércoles, 21 de junio de 2017

Día 10 (21/04/2017) - Dwejra y salineras

Hoy vamos a visitar Dwejra, el idílico entorno que hasta hace bien poquito albergaba la Azzure Window, o ventana azul. Como seguro que ya sabréis, la formación rocosa en forma de ventana a la que hace referencia, colapsó en marzo de este mismo año, tras una terrible tempestad que elevó las olas por encima de la pasarela de la roca y la hizo caer (según nos cuentan allí mismo artesanos que venden sus trabajos). 

El caso es que decidimos dedicarle un paseíto al lugar, para no quedarnos solamente con la imagen de la "no ventana" y como podéis ver, el paseo merece la pena... La pequeña isla que se ve abajo es la Roca Fungus, donde los Caballeros de San Juan recolectaban una rara planta con supuestas propiedades curativas.


Como el peque está dormido, podemos deleitarnos en la belleza del lugar, caminando por las rocas a la orilla del mar y casi adentrándonos en él. Qué paz da siempre el mar...



Cuando comenzamos a volver hacia "lo turístico", nos parece ver lo que creemos que son los restos de la Ventana Azul, y tras hablar con los lugareños (artesanos, jaja) constatamos que así es, ahí estaba la imagen más vista (y más buscada) de Malta. Estaba.


Nuestra propia reconstrucción ;)
Paseamos por la zona y nos quedamos impresionados por la altura que tiene la roca a la que estaba unida la formación colapsada, y es que si es cierto que las olas pasaron por encima... el mar debía de dar muuucho miedo aquel día. Abajo, os dejamos una "reconstrucción" en miniatura de la Ventana Azul, nos la encontramos así a varios metros del lugar y sólo por el trabajo que se tomó quien la construyó, ¡se merece una mención en el blog!


Allí mismo, bajando una cuesta al lado del restaurante, está el "Inland sea", o mar interior, un pequeño orificio en la enorme roca que conecta el mar con esta curiosa playa. No teníamos ninguna intención en pasar con el barquito (sabéis que lo nuestro no es el agua y menos el agua en una cueva), pero una artesana con la que charlamos nos convence de que es una experiencia única, así que... allá que vamos por la cuevecita que veis abajo.


La cueva, de 100m de largo, es angosta y ver la roca sobre nuestras cabezas no es muy tranquilizador, pero cuando se empieza a ver la luz al otro lado, el azul del agua, tan intenso y turquesa... ¡es maravilloso! Salimos a mar abierto casi antes de darnos cuenta y el patrón nos da un paseo por los acantilados. De repente nos damos cuenta de que hay una barca varada cerca de los acantilados y tras acercarnos, nos cuentan que el motor no responde. Así que, ni cortos ni perezosos, atan una cuerda a la barca y la remolcamos de vuelta por la cueva.

La imagen es curiosa cuando menos... No es fácil maniobrar dentro de la cueva para que no choquemos contra las rocas, pero despacito, con paciencia y con una vara que utiliza el patrón del otro barco para no chocar, conseguimos remolcar a la otra familia turista de vuelta al Inland Sea y todo queda en anécdota.


Volvemos a comer a casa y a que el niño descanse un poco, ya que mañana nos volvemos para casa. Pero después de la siesta decidimos aprovechar lo que queda de tarde para dar un paseo por las salinas más allá de Marsalforn, al norte de Gozo. Aquí no hay nada más que hacer que pasear y regalar la vista con la naturaleza salvaje y caprichosa.




Damos un largo paseo por las salinas, disfrutando del espectáculo geológico y tratando de recordar qué película de ficción nos trae a la memoria... ¿Star Trek?


El día ha sido tranquilo y hermoso, así que de vuelta en Xlendi, elegimos un buen restaurante para decir adiós a Malta. Cenamos muy bien, pescado fresquísimo, pero tenemos un encontronazo con el encargado a causa de la cuenta. El caso es que el precio del pescado se fija según su peso, pero sólo indican el precio por el pescado entero, en caso de pedir un lomo o una rodaja, el precio aumenta considerablemente (y esto es lo que no informan). Además, si no se solicita, no pesan el pescado delante de ti, así que la discusión estaba servida. Después de un rato largo de tira y afloja, conseguimos pagar 10€ menos de lo que nos pedían inicialmente, y aunque seguimos sin estar de acuerdo, ¡menos da un piedra!




















Y con estas fotos, nos despedimos por hoy, ondoloin!

jueves, 1 de junio de 2017

Día 9 (20/04/2017) - Victoria y Ggantija

El día comienza como todos los demás, desayunando tranquilamente en nuestro apartamento. Hoy vamos a visitar la capital de Gozo, Victoria y tras ello nos iremos a los templos de Ggantija.

Gozo es realmente diminuto, por lo que no tardamos nada en entrar a Il-Kastell, la parte alta y amurallada de la ciudad que data del s. XV. Justo antes de entrar, se encuentra un centro de interpretación que está cuidadosamente montado y donde podemos conocer la historia, cultura, ecosistema y demás características de Gozo y Victoria a través de distintas pantallas.

Tras empaparnos de historia, entramos a Il-Kastell por la puerta principal y nos damos de morros con el museo de arqueología.


El museo resulta pequeño comparado con el de La Valeta, pero contiene restos increíbles: damas gordas de Ggantija, anclas romanas, un esqueleto dentro de un ánfora y demás elementos que hacen que la visita sea corta pero muy interesante.




Tras pasar por delante de la fachada de la Catedral de la Asunción, nos dirigimos a la antigua cárcel, que se fundó como tal en el s. XVI y se utilizó con ese fin hasta 1904. En ella se pueden apreciar los diferentes dibujos que hay grabados por los presos en las paredes. Uno de sus presos mas celebres fue Jean Parisot de la Valette, que a la postre se convertiría en Gran Maestre.





Volvemos a las callejuelas de Il-Kastell y paseamos tranquilamente. Es un lugar pequeño y maravilloso, no hay que caminar mucho para llegar a las murallas exteriores y desde cualquier lugar la vista de la isla de Gozo resulta espectacular. Vamos teniendo algo de hambre y nos ponemos a buscar el restaurante Ta´Rikardu, el único lugar donde se puede comer dentro de las murallas y toda una institución en Victoria. Cerca se encuentra el museo del folclore, con lo que decidimos echar un vistazo a la cultura rural y agrícola de Gozo antes de ir a comer.




Tras la visita, vamos a Ta´Rijardu y probamos la comida gozitana acompañada de un vino casero que realizan los del mismo restaurante, la experiencia es sabrosísima. Además, aprovechamos para comprar algunos productos típicos que llevaremos de vuelta a casa para amigos y familiares.


Poco a poco vamos a ir saliendo de Il-Kastell para poner rumbo a los templos megalíticos de Ggantija, pero antes vamos a visitar los silos y la batería de armas. Estos depósitos subterráneos se usaron en tiempos de guerra, cuando es castillo se encontraba asediado, para poder almacenar agua potable. Están excavados en la tierra y caminar bajo el suelo resulta algo agobiante, además, el tamaño es considerable y la poca luz que hay en el lugar asusta a alguno que otro... Se puede continuar hasta el lugar donde se encuentra la batería, que consta de varios cañones que servían como defensa.



Concluimos la visita a Victoria caminando por el foso de la muralla, que esta perfectamente cuidado y ponemos rumbo a el ultimo complejo megalítico que visitaremos, los templos de Ggantija, que significa "gigante".



Como bien dice su nombre, son los templos megalíticos mas grandes de Malta con muros de mas de 6 metros de altura y rocas de tamaño desorbitado. Ademas, junto a Ta´Hagrat y Skorba, son los mas antiguos del país, datados entre el 3600-3000 a.C. El recinto consta de dos templos, el del sur es el más antiguo y en la entrada tiene una enorme roca con cuatro agujeros que quizás se utilizaban para libaciones (ofrecer una bebida a las divinidades), y ademas conserva un altar en forma de trilito. El templo norte es posterior, pero aquí se les fue las manos con el tamaño de las piedras. La más grande mide 6 x 4 metros y pesa unas 57 toneladas (¡!), y se calcula que el templo originalmente pudo tener una altura superior a los 15 metros. Las palabras sobran al contemplar dicha magnitud...





La verdad es que seguimos sin comprender nada. Los siete yacimientos arqueológicos de Malta son algo fuera de lo común. Están datados entre los más viejos del mundo y están en medio del mediterráneo en unas islas de tamaño diminuto. El mundo es una maravillosa locura que nadie es capaz de entender ni de explicar, pero que por suerte podemos disfrutar.


Tras dicha reflexión, vamos a visitar algo más "normal", el molino Ta´Kola que fue construido en 1725 y que estaba en uso hasta no hace mucho. Se encuentra en perfecto estado de conservación e incluso se puede ver la maquinaria original.


Vamos poco a poco hacia Xlendi, pero antes decidimos ir a visitar el pueblo de Xewkija a ver la cúpula de la iglesia de San Juan Bautista, de 74 metros de altura y la tercera más grande del mundo.


Compramos la cena en una tienda cercana a la iglesia y por fin ponemos rumbo a Xlendi, donde antes de retirarnos del todo volvemos a dar un paseito por su bahía mientras disfrutamos del atardecer.


El día ha sido más que completo, sólo nos queda cenar y dormir. Ondoloin!