domingo, 29 de mayo de 2016

Día 17 (17/11/2013) - Ahmedabad

Hoy va a ser nuestro último día en Anand y lo vamos a aprovechar a tope. Para empezar bien la mañana, Roberto y Pragnesh se ponen manos a la obra para preparar un rico desayuno que nos comeremos entre toda la familia.


Tras llenar el estomago, nos acercamos al mercado del pueblo a hacer unas compras, tales como especies que llenarán nuestra comida de aromas y sabores maravillosos. Pero no nos podíamos ir sin regalarles nada a los niños, y sin duda lo que mas éxito tuvo fueron los bolos, de los que todos disfrutamos incluso más que los niños.


Para mas inri, ese día había una fiesta en el barrio, con lo que la calle estaba elegantemente preparada para la ocasión. Nos reunimos todos para disfrutar de la velada y como no podía ser de otra forma, la comida que sirvieron para todos los que estábamos participando de la fiesta estaba riquísima.



Otra foto que quedara para el recuerdo.


A continuación, llega el momento más triste del viaje. Toca despedirse de toda la familia, y no tenemos más que palabras de agradecimiento para cada uno de ellos. Nos hemos sentido seguros y queridos, incluso mimados, y eso, por muchas palabras que utilicemos, nunca se lo podremos agradecer del todo. A Naiara le entra una llorera de escándalo, para ella ha sido muy hermoso poder reencontrarse con una amiga que dejó muy lejos, y los dos nos quedamos con lo bonito de la experiencia.

Nos recogen y ponemos rumbo a Ahmedabad, donde haremos noche para mañana por la mañana coger un avión que nos llevara hasta nuestro próximo destino. El viaje es algo largo, pero llegamos de día y antes de encerrarnos en el hotel, decidimos ir a visitar el Gandhi Ashram.


En este lugar de meditación y enseñanza, Gandhi vivió como el siempre defendía, de la forma más austera posible. Este lugar fue su cuartel general durante la independencia de la India del imperio inglés. Hoy en día es un museo que rememora su vida.

Pudimos apreciar a un señor trabajando en una rueca, de la misma forma que lo hacía él y como en muchos lugares de la India se continúa haciendo. También se puede apreciar el lugar de descanso de Gandhi, donde como se ve, prácticamente no hay nada, ya que apenas disponía de pertenencias. Por último, una imagen que da qué pensar, "no hablo, no veo, no escucho".




Tras visitar el lugar donde vivió uno de los personajes más importantes del país, nos retiramos al hotel a descansar. Mañana por la mañana tenemos un vuelo muy temprano que nos llevara hasta Bangalore...

domingo, 8 de mayo de 2016

Día 16 (16/11/2013) - Día casero en Anand

Hoy hay poco o nada que contar. Después de haber visitado prácticamente a toda la familia de los alrededores, hoy toca descansar y quedarnos en casa sin hacer nada. 

Charlamos cariñosamente con la abuela del Pragnesh, el marido de Kokila, que está encantada de tenernos en su casa. ¡Qué bellas lecciones de la vida da la gente de su edad!


El día transcurre plácidamente hasta que salimos a caminar por los alrededores de la casa y al pasar por el cine vemos que van a proyectar Ram-leela, la gran superproducción de Bollywood del momento, que es una adaptación india de Romeo y Julieta. Decidimos que es una buena idea invitarles a todos a ver la película, cosa que en España nos saldría por un ojo de la cara... La idea les ilusiona a todos, sobre todo a los niños!


Las expectativas eran altas, pero la película no ha defraudado a nadie, incluso nos ha encantado a nosotros. Nos retiramos todos a casa, mañana será nuestro último día por estos lares...

viernes, 6 de mayo de 2016

Día 15 (15/11/2013) - Templos y más familia

El día comienza jugando tranquilamente en la entrada de la casa y por mucho que lo intentemos, estos niños son unos genios y no conseguimos ganar ninguna partida (alguna que otra trampa de por medio...).


Hoy, Kokila y familia han pensado que podemos ir a visitar unos templos que se encuentran por los alrededores. No sabemos ni a donde nos han llevado, pero el lugar está lleno de lugareños y parece que hay algún tipo de celebración que no nos especifican. Y la verdad, ¿qué más da? ¡La compañía y el ambiente son más que suficiente para pasar un buen rato!



Lo más curioso es que las mujeres no pueden acceder a ciertas zonas del complejo, con lo que Pragnesh y Roberto entran para admirar más de cerca el lugar. Una vez dentro, un indio que reside en Estados Unidos, al ver a un blanquito allí, se dispone a enseñarnos todo el lugar y explicarnos la historia del recinto, que está lleno de pinturas y grabados.
Mientras tanto, Naiara, Kokila y Pinku esperan fuera que acabe nuestra visita guiada.



Desde allí ponemos rumbo a casa de la la familia de Pragnesh, donde comeremos con toda la familia. La comida que nos sirven esta buenísima, pero lo que realmente nos dejó admirados, fue como el tío de Pragnesh se sentó a nuestro lado mientras comíamos, y no nos dejaba de preguntar si estaba bueno o no. Sólo al ver que no parábamos de comer, se levantó con una sonrisa que le iluminaba toda la cara y se fue orgulloso de ver cómo dos extranjeros comían con gusto en su casa, un peculiar honor que compartimos con toneladas de agradecimiento a nuestros anfitriones.

India y su gente brilla con luz propia y nos enseña cosas que ya hemos olvidado por estos lares, como su ilimitada generosidad y su fino sentido de la hospitalidad. La estampa familiar quedará para el recuerdo.



Se va haciendo tarde y ponemos rumbo a casa, a Anand, pero para que el día sea completo, antes de llegar paramos en otro templo, pero a diferencia del de la mañana este esa casi vacío, con lo que podemos pasear tranquilamente disfrutando de sus diferentes estancias.

Resulta curioso no tener ni idea de donde hemos estado aunque a decir verdad, tampoco nos ha importado mucho ya que lo importante ha sido la compañía que hemos tenido.




Nos va quedando muy poco por Anand, qué pena...