viernes, 23 de enero de 2015

Día 2 (22/01/2015) - Quito

Sobre las 5:30 los ojos se abren y remoloneamos una horita hasta levantarnos y ducharnos. El día empieza saliendo del hostel sobre las 7:30, ya totalmente de día. La ciudad parece perezosa y desayunamos un par de panecillos riquísimos mientras observamos a los quiteños en sus tareas cotidianas. Todos tan amables que no queda mucho para que quedemos prendados de su país y sus gentes. Caminamos hasta la Basílica del Voto Nacional, que se erige sobre uno de los cerros de la ciudad.


Justo cuando esperábamos para entrar comienza a llover débilmente y esta lluvia nos acompañará a ratitos todo el día. El interior es hermoso y pasamos un buen rato andando por las naves de la basílica.


Paseando, bajamos hasta la Plaza de la Independencia, donde en ese momento se encuentran los vecinos de una comunidad manifestándose enérgicamente cerca del Palacio del Gobierno. Han logrado que un señor de traje y corbata les atienda... para que luego se subestime al pueblo. Visitamos la Catedral y su museo, donde se encuentra enterrado el Mariscal Sucre, uno de los mas admirados libertadores, y como dicen acá, "lamentablemente" sacamos alguna foto hasta que nos informan de que está prohibido...




En la Iglesia de la Compañía de Jesús, Esteban, el guía gratuito, nos dedica por lo menos media hora en exclusiva para enseñarnos todos los secretos de la iglesia jesuita y se emociona cuando le contamos lo cerca que vivimos de donde procedía San Ignacio de Loyola y que además, casualmente, vimos los restos de San Francisco Javier en Goa, India. Las fotos en el interior están prohibidas, pero es realmente impresionante.



Volvemos a la Plaza de la Independencia donde antes nos hemos tomado unos juguitos, para disponernos a comer el plato típico de Quito: seco de chivo, o lo que es lo mismo, cordero acompañado de arroz, aguacate, papa y tomate. Impresionante.




Decidimos que como parece que el tiempo da una tregua, debemos aprovechar  para subir al panecillo, el cerro desde donde se adquieren las mejores vistas de la ciudad. Desde allí, la Virgen de Quito vela por su pueblo que se ve terriblemente inmenso.




Una vez abajo, la Plaza de San Francisco nos atrapa, amplia y llena de vida. Entramos al monasterio y disfrutamos de la calma que ofrece, para volver a salir a la plaza a disfrutar de la gente y el ambiente.



Bajamos por la calle de ronda, que fue refugio de bohemios antaño y cuna de artesanos actualmente y es uno de ellos quien nos guía por una de las casas donde trabajan pintores, chocolateros y demás artesanos. Escucharle hablar de realismo mágico es una delicia y otra delicia, ver alguno de los cuadros de esta corriente artística.



Tomamos un café y un chocolate ecuatorianos artesanales que saben a gloria, tomándonos una pausa en el camino. Seguimos caminando por la ciudad, encontrando estampas maravillosas de indígenas hablando en quechua, limpiadores de zapatos y mujeres porteando a sus bebés a sus espaldas.

Volvemos finalmente hacia el hostel, agotados tras muchísimas horas caminando, pero maravillados ante lo rápido que nos ha enamorado de todo esto... Mercedes Sosa nos acompaña en los tarareos de Naiara durante todo el día y mientras hacemos repaso del día en este momento... "todas las voces, todas"!

4 comentarios:

  1. Eskerrak hasi zeaten idazten... egia esan, pena gutxigo emateit jute izanak, bloga idazteko bada re!!! Sentimendu geloskorra guztiz, baino hala da!
    Ouaua, que ha pazadooooo? dónde ezta la barbaaaa? y el peloooo? No sé si pareces más joven o más viejo, pero no parecez el ozaba y parece que la barba te hubiera dejado sin cara! :p
    A mí también me ha enamorado Quito desde ya, me recuerda mucho a un viaje maravilloso que hicimos nosotros... y el barrio bohemio... parece la casa de Frida Kahlo! Me encanta!

    ResponderEliminar
  2. el ozaba ezta aqui!!! muxu wapos!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Emocionados estamos nosotros, esto es realmente impresionante!

    ResponderEliminar