jueves, 4 de mayo de 2017

Día 3 (14/04/2017) - Trekking por Marfa

Hoy nos hemos puesto un reto bastante importante teniendo en cuenta que viajamos con un bebé. Vamos a por el trekking por Marfa, que rodea toda la península del mismo nombre. Malta es un lugar maravilloso para caminar y esta península ofrece buenas vistas y senderos a quien se anime. Como siempre, tras desayunar y preparar todos los bártulos, cogemos a "fresita" y nos ponemos rumbo hacia la bahía de Ghadira, donde dejaremos el coche e iniciaremos la caminata. La playa es hermosa y aunque no haga suficiente calor para estar en el agua, siempre hay alguien dispuesto a pasar un agradable día de playa.


Empezamos a caminar y ya empiezan los problemas, ¿por dónde es?  No encontramos las señales que debería haber, así que como vemos un caminito por dentro de una reserva, empezamos a ascender por él. Al no ir solos, pensamos que es el camino correcto...

Tras subir un ratito, llegamos a una carretera y vemos que el fuerte rojo se encuentra muy cerca. Se suponía que el fuerte rojo se encontraba al final de la ruta (que es circular), así que ya sabemos que vamos mal. Esto hace que Naiara se ponga en plan cenizo, ya que al otear el horizonte, ve la torre blanca (por donde tendremos que pasar antes de hacer medio recorrido) casi tan lejos como la misma luna... En fin, decidimos subir al Fuerte Rojo porque a la vuelta (si conseguimos terminar la ruta) estará cerrado.



Tras disfrutar de las vistas, bajamos hasta la carretera principal y nos detenemos a mirar en el mapa. El camino va junto a la carretera, por lo que un poco asombrados seguimos por ella. Nosotros pensábamos que iríamos junto a la costa viendo los acantilados, pero la ruta va por donde circulan los coches. Tras detenernos un rato para acomodar al chiquitín, que ya tiene sueño, nos juntamos con dos chicas francesas que están haciendo el mismo recorrido y que van tan "perdidas" como nosotros. Decidimos que lo mejor será ir hacia la costa y si no sale bien nos volvemos... ¡Pero acertamos! Y por fin vamos por donde queríamos ir desde el principio, disfrutando de las vistas de Marfa y sus acantilados.




El camino junto al mar es un poco duro y bastante irregular en algunos puntos, pero si lo podemos hacer con un bebé, todo el mundo puede hacerlo sin problemas. A cada paso, las vistas son mejores y además nos encontramos con muchos malteses que siendo Viernes Santo, se han acercado a esta zona a realizar sus barbacoas y comilonas junto al mar.

¿Podéis ver el Fuerte Rojo?
Tras caminar un buen rato, llegamos a un extremo del recorrido, donde nos encontramos con la estatua de una virgen y una iglesia pequeñita. Vamos todo el rato bordeando el mar y disfrutando de las vistas hacia nuestro siguiente destino, que es la Torre Blanca.




Llegamos a la torre pero estamos ya algo cansados y con bastante hambre, así que decidimos rodearla desde abajo y llegar a la primera bahía, donde hacemos un alto para refrescarnos los tres y disfrutar de las vistas. Prácticamente no hay nadie y el lugar esta tranquilo y maravilloso...



Decidimos poner rumbo a la siguiente bahía, donde sabemos que hay restaurantes para comer. Aquí ya hay más gente, incluso alguno en el agua, y tras echar un ojo en varios sitios, nos decidimos sentar en el último de todos, donde predominan los clientes locales. Pedimos una parrillada variada de pescado para comer y la verdad es que acertamos de lleno, la comida estaba riquísima y el lugar era inmejorable. ¡Hasta tienen una trona para el niño!


Con el estómago lleno y el ánimo totalmente recuperado, nos ponemos de nuevo en marcha, caminando cerquita del mar y disfrutando de su brisa. Hace un día perfecto para caminar. Pasamos junto a un superhotel que están ampliando y continuamos por la carretera hasta un cruce donde giramos a la izquierda y empezamos a subir. A la derecha nos quedan los acantilados que tienen una altura considerable...


Llegamos a Paradise Bay y tras admirarla desde arriba, continuamos hacia el que será el último punto importante del recorrido, el cabo Ras il-Qammieh.



Pero para llegar, no hacemos más que subir y cada vez vamos notando más el cansancio. A pesar de ello, llegamos al destino y no podemos más que alucinar con las preciosas vistas que nos ofrece el horizonte.


Podemos ver la diminuta isla de Comino y detrás, Gozo.

Ahora sólo nos queda seguir la carretera que nos hace volver a pasar por el Fuerte Rojo y a continuación acabar el recorrido donde lo empezamos, en la bahía de Mellieha.



Pero antes de finalizar el día y poner rumbo a casa, decidimos descansar un poco sobre la arena y mojar los pies en el agua fría, nuestro cuerpo se merece un pequeño respiro.


Tras el desánimo e incertidumbre inicial, hemos acabado el recorrido de más de 15 km y estamos pletóricos. Nos ha llevado alrededor de siete horas, pero sin duda que ha merecido la pena. Los tres estamos orgullosos de nuestro trabajo en equipo!

Ondoloin!

No hay comentarios:

Publicar un comentario