Nos despertamos, domingo, mercado, fiesta del vino y banda de música: ambientazo! Pasamos la mañana entre vinos y flautas, bebiendo vino y disfrutando de la fiesta (por 15€ puedes beber todo el vino que quieras durante 3 días, chianti, reservas.....).
Un poco alegres, nos encaminamos hacia la abadía de Sant Antimo, disfrutando del paisaje cambiante del camino. Paramos en Buonconvento y para no variar ese día también se celebraba una fiesta. Vemos el pueblo después de comer, nos tomamos unos machiatos y partimos de nuevo.
La abadía es un remanso de paz y es inevitable tirarnos en la hierba a escuchar atentamente el silencio.
Finalmente llegamos a Montalcino, donde vemos otro espectacular atardecer y dormimos en el mejor sitio (por ahora) del viaje.
Un poco alegres, nos encaminamos hacia la abadía de Sant Antimo, disfrutando del paisaje cambiante del camino. Paramos en Buonconvento y para no variar ese día también se celebraba una fiesta. Vemos el pueblo después de comer, nos tomamos unos machiatos y partimos de nuevo.
La abadía es un remanso de paz y es inevitable tirarnos en la hierba a escuchar atentamente el silencio.
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