martes, 21 de octubre de 2014

Día 15 (19/10/2014) - Viaje y odisea en Java

El despertador suena temprano. Nos preparamos echando pipas y pasamos unos 30 minutos esperando a que nos hagan el desayuno, caaaalmaaaa.


Toca despedirse de muchas cosas: de Bali en general, de Ubud después de disfrutar de la ciudad una semana... Pero lo más importante, toca despedirse de Bea y Rico, las que han sido nuestras compañeras de viaje esta última semana. Chicas, está todo dicho, ha sido un gran placer compartir el camino con vosotras. Nos vemos en Barcelona o Andorra en enero, gracias por todo.


Después de las despedidas, cogemos mochilas y a por el bus que nos lleva a Kuta. El viaje es corto y plácido, no sabemos lo que nos espera después... En Kuta se supone que cogemos otro bus, pero termina siendo una furgonetilla vieja en la que vamos sólos con un chófer que no tiene ni papa de inglés... promete. Sobre las 14:00 cogemos el ferry que nos cambia de isla, adiós Bali, hola Java!


Pero lo mejor estaba por llegar... Paramos "a comer" sobre las 16:30, el tío va con la calma...


A las 17:50, ya casi noche cerrada, el coche empieza a botar, creemos que nos hemos salido de la carretera a la tierra sabe Dios por que, pero de repente, el coche se para en la tierra, baja el conductor y nosotros detrás: reventón (sin consecuencias). Flipamos con la mala suerte, pero no pasa nada, cambiemos la rueda! Un camionero se acerca a ayudar. Saca la rueda, nos acercamos y.... ni de coña, esa rueda está casi peor que la otra!!!!!!
Naiara se pone burra, el chófer llama a la central para que hable con nosotros y el cachondo de él dice que iremos despacito. Después de discutir hasta la saciedad, dicen que mandarán otro "bus" a buscarnos a ese punto (en medio de la nada), pero que tardará.
Todo en el coche y vamos a el único sitio habitado de la zona, una "taberna" local en la que enseguida nos convertimos en atracción.  2 horas y un café después, llega una furgoneta reluciente a buscarnos, así que nos despedimos del otro chófer y de los lugareños y en marcha!

Un sinfín de anécdotas más después y ya a las 22:45, llegamos a las faldas del volcán Bromo, agotados y con una perspectiva de sueño de unas 5 horas con suerte.

Ondoloin...

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