domingo, 7 de diciembre de 2014

Día 61 (4/12/2014) - Kokila y familia

Nos despertamos, duchita y  vamos a desayunar con la calma, hoy veremos a nuestra otra familia, Kokila y su gente. Nos vamos a encontrar en Old Goa, por lo que, teniendo en cuenta la super cola que hicimos ayer nosotros para ver al Santo, estimamos que hasta mediodía no saldrán de allí. Pero nos equivocamos: el día grande fie ayer y hoy han hecho la cola en 5 minutos... Cuando nos llaman para decirnos que podemos encontarnos, nosotros todavía estamos desayunando...

Cogemos la moto y vamos hacia la Vieja Goa donde nos encontramos con ellos entre risas y abrazos. Han venido Kokila, su marido Pragnesh y su hijo Pinku, la madre de Pragnesh y Hetel, la prima marchosa, que se precipita en exigirnos que vayamos a Anand a ver a los demás miembros de la familia.


La algarabía es impresionante y es difícil resistirse al grupo que les acompaña, quienes piden fotos con "los blancos" y preguntan incesantemente quiénes somos; la respuesta la da la prima Hetel: "amigos íntimos de la familia". 


Dejamos la moto allí para acompañarles en su autobús, que les ha traído desde Anand (Gujarat, para quien no conozca los antecedentes de Naiara) haciendo un interminable itinerario de tres días completos. Ahí nos montamos sin saber que será nuestra perdición... no haremos nada en todo el día!



El autobús nos lleva hasta el "convento" en el que se alojan. Ahí la gente se lo toma con la calma: toman un pequeño desayuno (que todavía no sabemos que será nuestra comida), se ducha, se cambia, se relaja... Nosotros dos estamos alucinando: se suponía que íbamos a la playa!


Para cuando cogemos de nuevo el bus son las 14:30 bien pasadas y empezamos a tener más hambre, pero nada, nos vamos a un embarcadero desde donde, según el guía, parten barcos para ver delfines. Ahí se lía la marimorena: algunos quieren ir, otros no, otros no quieren pagar más extras.... Pero da igual, el autobús para ahí, a la gente no le queda más remedio que bajarse del autobús y nos encontramos con que estamos en medio de la nada, sin poder comer siquiera un helado.

Con la sensación de estar perdiendo el tiempo soberanamente, empezamos a pensar cómo volver hasta la moto para volver a "casa", a Panjim y comprobamos que se nos hará de noche sin duda, ya que tendremos que coger dos autobuses para llegar a nuestra moto.


A pesar de todo el desastre y desorganización, es agradable sentirte cerca de tu gente y Naiara y Kokila se cuentan la vida en verso. Nos despedimos de prisa y corriendo hasta mañana y conseguimos llegar hasta la moto y efectivamente, hacemos el camino a casa de noche. Ducha y nos convencemos para ir a cenar a pesar del cansancio. Después a dormir, el día nos ha dejado muertos y sin haber hecho nada.

Ah, muchas felicidades papa, y que cumplas muchos más!

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