Nos habían dicho que teníamos que ir a Ella Gap, pero no sabíamos bien qué era. Tomamos un té y la chica nos dice sonriendo que nos estamos perdiendo muchas cosas en Ella; pica el orgullo y como tenemos tiempo, dedicamos parte de la mañana a ver eso que nos perdíamos.
Empezamos por el famoso Ella Gap, que no es mas que un alto desde el que se contemplan unas hermosas vistas del valle a nuestros pies. Para verlo, tenemos que ir al jardín de un super hotel (evidentemente ni punto de comparación con el nuestro) y echarle morro. Ahí van las vistas:
Nos ponemos rumbo a Tissa y de camino nos encontramos con una cascada al lado de la carretera, Rawana Falls. Resulta refrescante ver como los lugareños se duchan aquí y da algo de envidia.
Seguimos con la marcha y vamos disfrutando del camino, en el que descendemos unos 1000 metros hasta la puerta del Parque Nacional de Yala.
Ya en Tissa, vemos algún hotel en el que nos intentan timar descaradamente, se hacen los ofendidos al escucharnos y luego rebajan una barbaridad... Está feo que traten de engañarte, así que, pies en polvorosa.
De camino a otro hotel, un jeep nos detiene y nos ofrece un pack de hotel mas safari a muy buen precio, por lo que decidimos seguirle, comprobamos que lo que nos ofrecía esta bien y nos quedamos. Pasamos la tarde visitando el pueblo y su lago.
Volvemos al hotel a relajarnos en sus hamacas y de paso contemplamos el atardecer, es un espectáculo. Estamos rodeados de dos lagos en plana naturaleza, es genial.
A última hora, nos ofrecen hacer un safari mas largo por un poco más. Después de darle muchas vueltas, mañana haremos un safari de todo el día. Jugamos con el crío del hotel antes de cenar y de irnos a la cama.
Menos mal que vamos a hacer el safari de todo el día...
Empezamos por el famoso Ella Gap, que no es mas que un alto desde el que se contemplan unas hermosas vistas del valle a nuestros pies. Para verlo, tenemos que ir al jardín de un super hotel (evidentemente ni punto de comparación con el nuestro) y echarle morro. Ahí van las vistas:
Nos ponemos rumbo a Tissa y de camino nos encontramos con una cascada al lado de la carretera, Rawana Falls. Resulta refrescante ver como los lugareños se duchan aquí y da algo de envidia.
Seguimos con la marcha y vamos disfrutando del camino, en el que descendemos unos 1000 metros hasta la puerta del Parque Nacional de Yala.
Ya en Tissa, vemos algún hotel en el que nos intentan timar descaradamente, se hacen los ofendidos al escucharnos y luego rebajan una barbaridad... Está feo que traten de engañarte, así que, pies en polvorosa.
De camino a otro hotel, un jeep nos detiene y nos ofrece un pack de hotel mas safari a muy buen precio, por lo que decidimos seguirle, comprobamos que lo que nos ofrecía esta bien y nos quedamos. Pasamos la tarde visitando el pueblo y su lago.
Volvemos al hotel a relajarnos en sus hamacas y de paso contemplamos el atardecer, es un espectáculo. Estamos rodeados de dos lagos en plana naturaleza, es genial.
A última hora, nos ofrecen hacer un safari mas largo por un poco más. Después de darle muchas vueltas, mañana haremos un safari de todo el día. Jugamos con el crío del hotel antes de cenar y de irnos a la cama.
Menos mal que vamos a hacer el safari de todo el día...
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