miércoles, 26 de noviembre de 2014

Día 51 (24/11/2014) - Madurai

Nuestro primer objetivo del día es muy concreto: reservar un billete de tren a Coimbatore en Sleeper Class (vagón de literas más económico), para la madrugada del día 25. Llegamos a la estación después de desayunar y nos ponemos manos a la obra. Preguntamos y nos dicen que necesitan una fotocopia del pasaporte, así que vamos en la dirección que nos han indicado para sacar las copias pero no encontramos ningún lugar. Después de mucho preguntar, localizamos un sitio, hacemos las copias y nos dirigimos de nuevo a la estación. Hablamos con el encargado y nos realiza todo el papeleo necesario, solo nos queda pagar en ventanilla.


Vemos que podemos pagar el viaje con tarjeta, pero nos dicen que tiene que ser en otro lugar. Bajamos e intentamos pagar, pero aunque Roberto no deja de insistirles, la máquina no nos quiere cobrar y al final tenemos que pagar en efectivo. Dos horas después, tenemos el billete reservado!


Salimos con la emoción en el cuerpo y damos una vuelta por la ciudad antes de ir a comer. Vamos a un restaurante recomendado por la guía, que se encuentra en la azotea de un edificio. No sabemos qué resulta más impresionante, si el thali que nos metemos entre pecho y espalda, o las vistas del templo hindú que visitaremos mañana.



Con la tripa llena, salimos a visitar el Museo Gandhi, un museo dedicado a la lucha de India por la independencia de los británicos.


Dentro, se describe minuciosamente la historia reciente del país y se exponen varios objetos de Gandhi, el más impresionante, el taparrabos que llevaba cuando fue asesinado en su Ashram de Ahmedabad (supuestamente manchado de sangre), después de que India consiguiera su independencia. 


Gandhi era ya considerado el padre de la nación y dejó mucho en qué reflexionar. Como ideal, os dejamos una muestra de lo que quedó reflejado en la Constitución:


Con la cabeza llena de pensamientos profundos, nos dirigimos hacia el palacio de la ciudad, pero al llegar ya está cerrado, por lo que decidimos visitar la Iglesia St Mary's Church, que está muy cerca, mientras hacemos tiempo para ver el espectáculo de luces del palacio. La iglesia resulta ser muy bonita y mucho menos superstar que las anteriores.



Ya en el Palacio, asistimos a un espectáculo de luz y sonido en el que se relata la historia de la dinastía que ordenó construirlo en 1663.


El espectáculo es muy bonito y sorprende saber que el palacio, cuando fue construido, tenía un tamaño 4 veces mayor al actual. Además, está considerada la construcción no religiosa más bella del sur de la India. 


Acabamos de ver el espectáculo, cenamos y nos retiramos al hotel, mañana sera otro día.

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