Suena el despertador a las 2 de la madrugada, Roberto sale al balconcito que tenemos en la habitación y vuelve a entrar emocionado: ¡MILAGRO! ¡Se ven millones de estrellas, hay luna llena y tiene pinta de que va a hacer un tiempo estupendo para la subida, perfecto!
Nos vestimos, cogemos las mochilas y salimos a la calle para empezar la subida. Levantamos las cabezas y, ¡oh dios! contemplamos una montaña altísima que emerge de la nada y que se encuentra brillantemente iluminada por la luna y las estrellas, la visión es simplemente un espectáculo. ¡Adelante!
El principio resulta terriblemente duro, estamos dormidos, fríos y sin desayunar... Por lo menos no hace frío y la luna nos deja sin aliento constantemente.
De camino a la cima y con la única luz de un frontal que nos dejó nuestra amiga Rico en Indonesia y por supuesto, la luz de la luna. Las escaleras son irregulares, algunas de piedra, otras de cemento y otras... simplemente en construcción. Naiara no hace más que mirar la silueta del Sri Pada (así llaman los lugareños al Adam's Peak), que está muy lejos... pero cómo se nos va la olla... Tomamos unos plátanos, agua y a tirar.
Como buenos vascos (jejeje), aguantamos hasta ir sintiéndonos más cómodos (sorprendentemente cómodos) y subimos hasta el último escalón antes de que empiece a amanecer.
En cifras: unos 5200 escalones (para arriba y otros tantos para abajo), más de 8 km de recorrido hasta la cima y un desnivel total de 800 metros, en un tiempo récord: 2,5 horas!!! ¡Somos unos máquinas!
La recompensa, sentirnos en conexión con la Tierra, la vista y la satisfacción de haber subido a la cima más sagrada de Sri Lanka. Estamos exultantes!
La bajada de hace eterna y casi resulta peor que la subida, el tembleque de las piernas es inevitable, pero las vistas... ese es otro tema. Sri Lanka es un paraíso natural repleto de vegetación, montañas, lagos, cascadas, animales de todo tipo..... Ahí va alguna foto:
Llegamos al homestay y después de una duchita, nos sirven el desayuno que nos sabe a gloria. Recogemos y en marcha hacia Ella.
De camino paramos de nuevo en Nuwara Eliya para comer (en Remarko, claro), nos despedimos definitivamente de nuestro amigo (que se alegra muchísimo de vernos) y vamos con la comida al lago.
Llegamos temprano a Ella y descubrimos que está invadida por blanquitos (pffffff), conseguimos hotel por menos de 10€ y pasamos la tarde organizando y por supuesto, descansando. Mañana más y mejor.
Nos vestimos, cogemos las mochilas y salimos a la calle para empezar la subida. Levantamos las cabezas y, ¡oh dios! contemplamos una montaña altísima que emerge de la nada y que se encuentra brillantemente iluminada por la luna y las estrellas, la visión es simplemente un espectáculo. ¡Adelante!
El principio resulta terriblemente duro, estamos dormidos, fríos y sin desayunar... Por lo menos no hace frío y la luna nos deja sin aliento constantemente.
De camino a la cima y con la única luz de un frontal que nos dejó nuestra amiga Rico en Indonesia y por supuesto, la luz de la luna. Las escaleras son irregulares, algunas de piedra, otras de cemento y otras... simplemente en construcción. Naiara no hace más que mirar la silueta del Sri Pada (así llaman los lugareños al Adam's Peak), que está muy lejos... pero cómo se nos va la olla... Tomamos unos plátanos, agua y a tirar.
Como buenos vascos (jejeje), aguantamos hasta ir sintiéndonos más cómodos (sorprendentemente cómodos) y subimos hasta el último escalón antes de que empiece a amanecer.
La recompensa, sentirnos en conexión con la Tierra, la vista y la satisfacción de haber subido a la cima más sagrada de Sri Lanka. Estamos exultantes!
En la cima arrecia el frío y aunque de camino nos han dicho que al ser luna llena abrirían el recinto para poder ver el pie de Adan, Buda o Shiva (según la religión que se profese), no hemos tenido esa suerte. En todo caso, os dejamos alguna foto para que os mentalicéis para venir...
La bajada de hace eterna y casi resulta peor que la subida, el tembleque de las piernas es inevitable, pero las vistas... ese es otro tema. Sri Lanka es un paraíso natural repleto de vegetación, montañas, lagos, cascadas, animales de todo tipo..... Ahí va alguna foto:
Llegamos al homestay y después de una duchita, nos sirven el desayuno que nos sabe a gloria. Recogemos y en marcha hacia Ella.
De camino paramos de nuevo en Nuwara Eliya para comer (en Remarko, claro), nos despedimos definitivamente de nuestro amigo (que se alegra muchísimo de vernos) y vamos con la comida al lago.
Llegamos temprano a Ella y descubrimos que está invadida por blanquitos (pffffff), conseguimos hotel por menos de 10€ y pasamos la tarde organizando y por supuesto, descansando. Mañana más y mejor.
Impresionante! Emozionauta nau!
ResponderEliminarPor cierto, me encanta eso de "los blanquitos" :)
Bai, zoragarrie izan zan, aunke nahiko gorra!
ResponderEliminarBlanquitos: personas blancas turistas, que hacen ruido y pagan cualquier barbaridad para viajar a miles de kilómetros para estar igual o mejor que en casa y que hacen que toooodo sea mucho más caro para los viajeros. jajajajaja!