jueves, 5 de febrero de 2015

Día 14 (3/02/2015) - Quilotoa y llegada a Baños

Nos despertamos envueltos en un grueso edredón de plumas y con la luz del sol entrando por las ventanas. Definitivamente nos hemos dormido y no podremos ver el amanecer, pero sentimos el cuerpo bien descansado y después de desayunar en familia, decidimos bajar a la laguna hasta abajo.


Hace frío y el viento sopla muy fuerte, por lo que vamos bien abrigaditos con los gorros de lana que compramos en Otavalo. 


La bajada es bastante empinada y las piernas lo notan, pero la recompensa está ahí:


La laguna del cráter del volcán se presenta bajo nosotros en todo su esplendor turquesa gracias a los rayos del sol.


Y no se puede hacer más que respirar hondo y sentir la grandeza del lugar.



A pie de la laguna, nos damos cuenta de que el viento no amaina y decidimos que no es un buen día para el kayak, no sea que acabemos atascados en la pared del cráter... Pero  de verdad que da igual, el lugar y el momento son inmejorables.


Pasado un buen rato, decidimos comenzar con la subida que durará una hora y cuarto, y aprovechamos para ver alguna llama que pasta tranquila y para charlar con José, un lugareño que accede a sacarse una foto con nosotros (por 1$).



De vuelta al hostel, nos despedimos de Ana, Ricardo y Lola esperando verles pronto. Gracias por todo familia!


Lo que viene después es la desesperación de tener que coger 3 autobuses para llegar a Baños... Pero a pesar de todo, todo tiene su recompensa y si no, juzgad vosotros mismos:



Después de toda la odisea llegamos a Baños, y tras comparar precios nos quedamos en el hostal Transilvania. Damos una vuelta por la ciudad cuando ya ha anochecido y contemplamos su iglesia iluminada.


Cenamos algo y nos retiramos a descansar, el día ha sido duro, demasiados autobuses. Mañana disfrutaremos más de Baños.


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