Día 27 (16/02/2015) - Hasta otra familia y Loja

Esta mañana toca despedirse de la familia. Nos despertamos temprano, preparamos todo y después de desayunar, Guillermo, Janeth y Marissa nos acompañan en coche hasta la estación de autobuses. Qué podemos decir sobre esta familia... muchas gracias por habernos hecho sentir en casa, por tratarnos tan bien y ayudarnos en lo que hemos necesitado. Sin duda, nos vemos en otra ocasión... tal vez por España!

Naiara, Roberto, Maruja, Janeth, Marissa y Guillermo. 

El trayecto en autobús se hace largo a pesar de las bellísimas vistas de las montañas, y a ratos jugamos con el móvil mientras somos muy observados...

Encontrar alojamiento en Loja es fácil, ya que tanto la guía como nuestros anfitriones en Machala nos aconsejan el Hotel Londres y nos alojamos en él por 12€ la noche. Una vez acomodados, salimos a dar un paseo por la ciudad y para nuestra sorpresa, está completamente vacía. Para compensar la decepción, tomamos un riquísimo café lojano en forma de capuccino.

Pasear por Loja es inquietante y relajante a partes iguales; inquietante porque no hay ni un alma por la calle (ni ningún comercio abierto excepto donde tomamos el café) y relajante, porque se puede admirar la edificación colonial sin ruidos de coches, blanquitos...

La puerta de la ciudad, a la que llegamos paseando por la orilla del río, muestra lo antigua que es la ciudad y su forma de castillo le da un toque medieval.

Merodeando, nos desplazamos hasta el otro extremo del centro histórico, donde nos esperan más iglesias y edificios coloniales.

Cenamos a duras penas, ya que lo único que encontramos abierto es el café de antes, pero por suerte también sirven sandwiches y demás "comida rápida". A la vuelta al hostel, las vistas desde la ventana nos dejan la foto de este atardecer en el cerro.

Pero la grata sorpresa del día nos la da el dueño del hostal, Gustavo, con quien charlamos durante horas (hasta la madrugada) sobre qué nos ha impulsado a hacer este paréntesis en la vida. Resulta ser un estudioso en varias materias de las ciencias humanas y defensor (y practicante) de la educación alternativa, por lo que no nos cuesta nada conectar con él. Conversamos sobre el rumbo consumista y competitivo de la sociedad ecuatoriana y española y aunque definitivamente no conseguimos cambiar el Mundo esta noche, nos sentimos menos "solos".