sábado, 7 de marzo de 2015

Día 45 (06/02/2015) - Ica y Huacachina

Preparamos las mochilas y salimos hacia la agencia donde contratamos todo ayer, para dejarlas allí y hacer los tours. Al llegar, una señora que no estaba ayer, nos pide el voucher del tour y al ver el precio, saca la calculadora y frunce el ceño. Comienza a teclear y teclear y empieza a parecer enfadada; y cuanto más enfadad parece estar, más satisfechos estamos nosotros con el precio.

Roberto le pregunta si ocurre algo y le dice que hemos pagado el vuelo a 75$ por persona. Pone cara de enfado-asombro y hace la cuenta final;  "desayúnense y están aquí a las 10:30", "perfecto, gracias!". Con la satisfacción de haber conseguido el mejor precio, vamos a desayunar como Dios manda y volvemos.

La primera parada es la Iglesia del Señor de Luren, que tras el terremoto de 2007 quedó totalmente agrietada, por lo que derribaron la nave central. La imagen da susto!


Visitamos una bodega tradicional, donde nos muestran cómo es la elaboración artesanal del vino y del pisco, éste último con destilador auténtico!



Después de la exposición, nos dan a probar casi todas las variedades que comercializan en esta bodega... que son muchas! El pisco nos sabe a aguardiente y el vino... demasiado dulce para llamarlo vino (tal como lo conocemos nosotros), pero aún así, no se puede decir que nos disguste.



El dato curioso está en el suelo, una superficie cubierta por las pieles secas de las uvas.


Después vamos a visitar la Palmera de las 7 Cabezas, con una leyenda repleta de misticismo que nos cuenta Juan Carlos, un niño del pueblo:
     
         Cuenta la leyenda, que por estas tierras había unas hechiceras capaces de adivinar el futuro. Estas hechiceras, hacían pactos con el diablo para tal tarea, ofreciendo a personas del pueblo como sacrificio. Los pueblerinos, sabiendo de las costumbres de las hechiceras, comenzaron a cuidarse y no salir por las noches, por lo que éstas se quedaron sin "género" para sus ofrendas. En secreto, un grupo de hechiceras decidió elegir a otra de ellas para el sacrificio, pero al enterarse ésta, huyó y se escondió en la palmera más alta de la zona. El diablo, enojado, envió una maldición a esta hechicera, con la suerte de que cayó en la palmera, creciéndole 7 troncos y cabezas. La hechicera cayó a una de las cabezas rompiéndola y cayendo al suelo, rompiéndose una pierna y quedando inmovilizada, por lo que la segunda maldición sí cayó sobre ella. Antes de morir, la hechicera pronunció una maldición que decía: "cuando la séptima cabeza vuelva a crecer, toda Ica será devastada". 

       En 1998, hubo unas grandes inundaciones en Ica, coincidiendo con la aparición de la séptima cabeza de palmera, por lo que el pueblo corrió a cortar la recién salida cabeza para detener el desastre.

(Eta hala bazan edo ez bazan, sar dadila kalabazan eta atera dadila Legorretako plazan!)



Además, un famoso político peruano, ayudado en su infancia por una curandera de la zona a curar su tartamudez, encargó una estatua en su honor, que también visitamos. 


La visita por Ica finaliza en otra bodega, donde degustamos también muchos de sus caldos (demasiados para cosa buena) en un entorno más cuidado que el anterior.


Nuestra última parada y sede de la aventura del día, es en Huacachina, literalmente, un oasis en medio del desierto.


Al principio nos dicen que esperemos un poco porque faltan varias personas para llenar el buggie, pero finalmente, hacemos el paseo por las dunas en solitario, con un conductor de buggie joven, al que le encanta correr, subir dunas, bajar, ir en diagonal... Vamos, que nos lo pasamos pipa!


"Volar" por las dunas es espectacular, vamos dando botes como saltimbanquis y la sensación es la de ir montados en una atracción de feria (de las buenas).


Las vistas... juzguen ustedes mismos!




Pero la diversión no ha hecho más que empezar... cuando el conductor se detiene y nos lleva hasta lo alto de la primera duna por la que nos deslizaremos... a Naiara le da un mal. "No, no, no... De ahí no me tiro...". Roberto va primero, como para demostrar a Naiara que no se muere nadie. A Naiara le cuesta más...


Pero con un empujoncito... ¡¡¡allá va!!!


La experiencia es increíble, la libertad en toda su expresión! Y las dunas van creciendo... ¿Veis a Naiara?


Con un subidón de adrenalina, vamos a la última etapa del desierto...


La laguna vista desde las dunas, un precioso oasis.



A la vuelta a Ica, comemos un sandwich rapidito y cogemos el bus hacia Nasca, que nos deja allí a las 20:30. Nos duchamos para quitarnos los mil kilos de arena pegados a nuestro cuerpo y salimos a cenar algo. Naiara, curada de su estómago, echa de menos una ensalada fresquita, pero Roberto, medio malito, toma una sopita de pollo.


Mañana tocan las líneas de Nasca... qué emoción!

4 comentarios:

  1. Más desierto de Almería o Monegros.... una de dos...

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  2. Mentiroso!!!
    Ni en Almería ni en Monegros hay oasis.
    Hombre ya, al final me voy a tener que enfadar!!!

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  3. Di que no Naiara!!! Aizu, ze ausarta, ez? Naiara berdine al da? :p

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  4. Naiara ez da beine berdine, todo de transforma!

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