martes, 17 de marzo de 2015

Día 52 (13/03/2015) - Trekking por el Camino Inka

Ha estado lloviendo a mares durante toda la noche y al despertar, tememos que siga en las mismas. Nos vestimos y al salir a desayunar... sorpresa! No cae ni una gota y es más, parece que va a salir el sol! Desayunamos, acomodamos nuestras mochilas (que van a tope!) y en marcha. La primera parada la hacemos en una tiendita del pueblo, donde nos dan a probar la chica de choclo morado (una especie morada de maíz).


Y después de ofrecerle unas gotas a la Pachamama, damos un traguito corto para no empezar borrachos (jajajja) y nos ponemos verdaderamente en marcha por fin.


La primera parte de la caminata es llana y no transcurre por el Camino Inka. Nos sirve como calentamiento para lo que vendrá luego...



En un rato, el camino comienza a ascender y vamos literalmente por encima del río. El sol está pegando fuerte ya y se va notando el esfuerzo.


Durante el trayecto, vamos conociendo los cultivos de la zona, como este de hoja de coca, que repetimos, no es cocaína!!!



A partir de ese momento comienza la subida en serio, dura y húmeda, hasta llegar al Camino Inka Original. En todo caso, nuestros guías Gustavo e Irvin se apiadan de nosotros, y hacemos bastantes paradas. La primera de ellas, en la llamada Primera Casa del Mono, ¿por qué será?


De ahí, seguimos caminando y disfrutando del paisaje espectacular.


Llegamos a la Segunda Casa del Mono después de otra subida dura y allí, en vez de un mono, vemos a una especie de castor bien cariñoso!


Nos enseñan los productos típicos de la zona e incluso degustamos algo de cacao, pisco y stevia (tan de moda ahora por España). Además, nos pintamos y vestimos con sus pendas tradicionales para hacernos la foto de grupo... somos las Sexy Llamas!



Y por fin conocemos al mono, que se sube a nuestro hombro en cuanto nos acercamos!


Después de las risas y el descanso, toca seguir unas horas más el ascenso... Es indudablemente duro, pero las vistas compensan el esfuerzo con creces!



Por fin llegamos al Camino Inka Original y tras ello, empezamos a bajar por sus escalones irregulares. No se puede negar que da bastante vértigo en algunas zonas...





Pero uno no deja de sentir la conexión que tenía el pueblo inka con la Pachamama... es grandioso.


Después de comer en un restaurante del camino, nos volvemos a poner en marcha, parando para refrescarnos un poco en el río... eso sí es grande!




En el camino, tenemos que cruzar un puente de película, donde una señora preciosa nos vende agua a precio de oro... al fin y al cabo, ¿qué precio tiene el agua en medio de la nada?



El colofón aventurero del día es la orolla o tarabita en la que cruzamos el río... No diremos más que el sistema es rudimentario: te montas en la orolla, sin ningún tipo de seguridad, y la persona que está al otro lado tira de una cuerda para transportarte, a pulso... Actualizaremos este post con fotos que nos han sacado nuestros compañeros, pero hasta que lleguen, aquí tenéis el artefacto...


Después de unas 9 horas caminando, el premio es magnífico: unos baños termales en plena naturaleza!


El sitio es espectacular y tras el esfuerzo del día, no tiene precio... bueno, son 5 soles por persona, osea, nada en comparación con todo lo que nos da! Estamos un par de horas a remojo y nuestro cuerpo lo agradece, además, a medida que va oscureciendo, el paisaje se vuelve más misterioso y hasta podemos ver algunas estrellas.


Para terminar con el día, cenamos y vamos todos juntos a una discoteca de Santa Teresa, pueblo en el que nos alojamos. Evidentemente, todos los que estamos allí somos guiris haciendo este "camino", pero nos lo pasamos muy bien charlando y bailando. (Las fotos las incluiremos cuando nos las envíen...)

Después, nos retiramos a descansar, mañana tendremos tirolinas y otras tres horitas de caminata hasta Aguas Calientes... Macchu Picchu está más cerca..... Ondoloin!

No hay comentarios:

Publicar un comentario