miércoles, 25 de marzo de 2015

Día 58 (19/03/2015) - Puno y Sillustani

Llegamos a Puno hacia las cinco de la mañana y como siempre no tenemos nada reservado. Nada más coger las maletas y entrar a la terminal, un hombre nos aborda, se llama Pedro y es de la agencia Lago Tours, y nos ofrece todo lo que queremos a un buen precio: visita guiada a Sillustani, un día de tour por el lago Lago Titicaca y una habitación ahora mismo donde poder descansar.

Tras aceptarlo, cogemos un taxi que nos lleve al hostal señalado y nos tiramos sobre la cama a dormir un rato más.

Nos despertamos y salimos a la calle la hora de comer, donde nos cuesta pero encontramos un restaurante barato donde pedimos un menú. Sólo podemos decir que casi no podemos acabar con todo lo que nos sirven. Ahí va un menú peruano: 

Entrante

Primero, sopa de quinoa
Segundo: carne, arroz, patatas y ensalada
Postre
Volvemos al hostel ya que nos han dicho que nos pasaran a buscar allí, y tras esperar un poquito nos ponemos rumbo a Sillustani, un lugar que tenemos muchas ganas de visitar antes de irnos de Perú.

Llegamos al recinto y comenzamos la visita. Nos cuenta muestro guía Bruno, procedente de una comunidad indígena y cuyo padre era chaman, que Sillustani es un cementerio que está rodeado por la laguna Umayu, que significa "agua salada" en idioma Aimara. Nos encontramos a unos 3900 metros sobre el nivel del mar, y el lugar resulta mágico.



Las primeras tumbas del lugar datan aproximadamente del 1100 D.C. y fueron creadas por los Colla, una cultura anterior a los Inkas. El método de construcción de estas chullpas (tumbas) era mediante rocas sin tallar unidas con arcilla, piedras y paja.


Hacia 1440 llegaron los Inkas al lugar y construyeron sus chullpas de manera más majestuosa. La forma de construcción es Inka Imperial y ademas su altura es mucho mayor que la de los Collas, ya que llegaron a construirlas de hasta 12 metros de altura, frente a los "sólo" tres metros y medio de los Collas.



Al ser tumbas, en el interior se encontraron muchos cuerpos momificados, todos enterrados en posicion fetal, ya que la creencia era que tras la muerte resurgían en una nueva vida, y por ello preparaban sus cuerpos para la reencarnación.



Los Inkas también construyeron un templo ceremonial dedicado al sol y otro dedicado a la luna, donde se realizaban los sacrificios de animales y las ofrendas a la Pachamama.


Tras acabar con la explicación del guía, tenemos un buen rato para disfrutar de las vistas del lugar y para poder sentir toda la energía y bienestar que transmite, y todo ello sabiéndonos en un cementerio...



Volvemos a Puno, pero en el camino hacemos un alto para visitar la vivienda de una familia local. Nos muestran los productos que producen y nos dan a degustar queso y pan hecho con quinoa, ademas de patatas con una salsa que parece cemento. ¡La verdad es que está todo riquísimo!


Tras ver en que condiciones viven, no podemos más que pensar en lo afortunados que somos en tener todo lo que tenemos y que en nuestro día a día no valoramos. Nos despedimos del lugar no sin antes sacarnos una foto con los niños bajo la puerta principal, donde se pueden ver dos toros en lo alto, utilizados desde tiempos inmemorables para ahuyentar a los malos espíritus.



Llegamos a Puno disfrutando del paisaje y nos retiramos al hostel antes de ir a cenar. Al llegar la hora bajamos a la calle y encontramos una pizzería con una música diferente que nos hace disfrutar de una agradable velada.


Manaña visitaremos el Titicaca, ondoloin!

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